Para el calor nada puede ser mejor que utilizar tejidos ligeros, transpirables y que den sensación de frescor.
De los tejidos de verano, el LINO es el rey. Resistente, ligero y transpirable, ofrece un efecto muy particular por su caída, si bien todos sabemos que lo peor que tienen es que se arrugan con mirarlo, lavar lino no es complicado.. Puedes probar también a combinarlo con otro tejido, pero teniendo en cuenta que siempre predomine el primero.
Uno de los tejidos más utilizados y que encontramos en cualquier armario es el ALGODÓN. Al ser de origen natural, permite una mayor transpiración del
cuerpo. Además, es suave, se puede utilizar en multitud de situaciones y una de sus cualidades más reconocidas es su durabilidad. Otra de esas telas veraniegas a tener en tu lista.
Con
unas cualidades muy similares a las del algodón, la SEDA, también es totalmente
natural, aunque más fina aún si cabe. Es uno de los tejidos veraniegos
más elegantes y frescos que puedes usar en los meses de más calor. Además, la seda le dará un toque distinto a cualquier prenda gracias a su maravillosa caída y su tacto inigualable.
Es
un tejido fino y ligero y tiene algo de brillo, el POPELÍN suele estar compuesto
por algodón o seda y forma pequeñas rayas horizontales. Si no sabes qué es popelín, es resistente, duradero y es muy fácil de estampar;
y por ello se usa para diferentes confecciones: camisas, manteles,
cortinas, ropa de hogar, ropa de verano como tops o vestidos… Es una
telas muy fresquita y no se pega al cuerpo, por lo que es perfecta para
patchwork, ropa infantil…
Una vez hagas inventario y tengas una o varias de estas telas, te recomendamos que pienses en los estampados acordes con esta época del año, como motivos marineros, rayas de varios colores y grosores… una gran variedad de diseños y tejidos con las telas más frescas para el verano . ¡Refresca también tu ropa!
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